La noche del jueves 28 de noviembre, el exclusivo Country Club de Casa de Campo fue el escenario de una de las celebraciones más esperadas del año para los socios del club: la tradicional cena de Thanksgiving. Como cada año, esta reunión se convirtió en una oportunidad para disfrutar de la calidez familiar, compartir momentos de agradecimiento y, por supuesto, saborear un festín digno de la ocasión.
Desde las 7:00 de la noche, las familias comenzaron a llegar al lugar, rebosantes de entusiasmo. Las mesas del club se llenaron rápidamente de personas de todas las edades: niños, abuelos, padres y tíos, todos ellos luciendo sus mejores galas para una noche especial. La decoración, fiel al espíritu del otoño, estaba cuidadosamente dispuesta, con adornos en tonos cálidos y hojas secas que evocaban la temporada de la cosecha. La atmósfera era de alegría y fraternidad, y se notaba la emoción de todos por reunirse en un ambiente tan acogedor.
El bufé, que se había preparado con esmero para la ocasión, ofreció una amplia variedad de opciones para satisfacer todos los gustos. Una estación de ensaladas frescas invitaba a los comensales a comenzar con ligeros y saludables platos, mientras que en la estación de guarniciones brillaban los clásicos de la mesa de Thanksgiving: arroz, salmón y una selección de vegetales, preparados con esmero. Sin embargo, la estrella de la noche era la estación de cortes de carnes, que rápidamente se convirtió en la más popular entre los asistentes. El pavo, protagonista indiscutible de esta festividad norteamericana, fue presentado en todo su esplendor, acompañado de una variedad de salsas que acentuaban su sabor. También se ofrecieron otros cortes de carne, que se servían al gusto de cada comensal.
Los postres, una deliciosa selección de dulces variados, cerraban la experiencia gastronómica.
Thanksgiving, una tradición profundamente arraigada en la cultura estadounidense, se celebra cada año en Estados Unidos para dar gracias por las bendiciones recibidas. Aunque su origen remonta a los primeros colonos en América, la festividad ha trascendido fronteras, y este tipo de cenas, como la que se vivió en La Romana Country Club, son prueba de su universalidad. En un país como la República Dominicana, con una creciente comunidad estadounidense en Casa de Campo, el Thanksgiving se celebra cada vez con mayor entusiasmo, permitiendo que personas de diferentes culturas se unan en un mismo espíritu de gratitud.
A lo largo de la noche, las conversaciones eran amenas y las risas se mezclaban con los brindis. En cada rincón, las familias compartían historias y recuerdos, mientras los niños correteaban entre las mesas, disfrutando del ambiente festivo.