El sábado 14 de diciembre, la Academia de Ballet Elizabeth P. Zeller deleitó al público con su tradicional show de ballet anual, titulado este año Down the Rabbit Hole. A pesar de las inclemencias del tiempo y la amenaza de lluvia, la pasión y el talento de las bailarinas brillaron con fuerza en el anfiteatro de Altos de Chavón, en Casa de Campo.
Aunque la lluvia retrasó el inicio del espectáculo, el público, que aguardaba con ansias el cese de la tormenta, no se dejó desanimar y se mantuvo paciente, esperando el momento de la apertura. Las pequeñas bailarinas, que durante todo el año se habían preparado con dedicación, estuvieron a la altura de las expectativas, presentando con gracia y destreza una historia inspirada en Alicia en el País de las Maravillas y sus entrañables personajes.
Cada año, la Academia de Ballet Elizabeth P. Zeller ha brindado a la comunidad de Casa de Campo un espectáculo de alta calidad, lleno de talento y creatividad. Este 2024, las bailarinas de diversas edades, desde las más jóvenes hasta las más experimentadas, cautivaron al público con sus impresionantes actuaciones, saltos y piruetas, acompañados de los coloridos y bellos trajes típicos del cuento clásico.
El evento estuvo bajo la dirección de Ivonne Zeller, hija de la querida fundadora de la academia, Elizabeth P. de Zeller, quien es recordada cariñosamente como "Tía Eli". Durante más de cinco décadas, "Tía Eli" transmitió su amor y compromiso con el ballet, y su legado sigue vivo gracias al trabajo y la dedicación de su hija, quien continúa dirigiendo la academia con la misma pasión y visión.
Además de ser una celebración de la danza, este espectáculo anual tiene un noble propósito: recaudar fondos para el Hogar de Ancianos Padre Abreu. La Academia de Ballet Elizabeth P. Zeller ha sido un pilar de apoyo al hogar durante 55 años, contribuyendo al bienestar de sus residentes.
La maestra de ceremonia del evento fue Gabriella Reginato, quien dio la bienvenida a los asistentes y guió la velada con su carisma y elegancia.
En esta edición, como en años anteriores, el espectáculo no solo fue una demostración del talento de las jóvenes bailarinas, sino también una manifestación del compromiso de la academia con la comunidad y el legado de su fundadora, Elizabeth P. de Zeller. Sin duda, una noche mágica que quedará en la memoria de todos los presentes.